Edición Número 001 *** Beta - Piloto – Demo-Test***
Lunes Festivo Agosto 19 de 2024 (por Agosto 15) Día de la Asunción de la Virgen, Conmemorándola por llegar al cielo en alma y cuerpo.
EDITORIAL
Alguien en
alguna tribu se inventó la democracia seguro, pero fueron luego los griegos los
que ‘patentaron’ lo que hoy conocemos como la democracia ateniense. Eso fue en
el siglo sexto AC, es decir hace como unos dos mil quinientos años. Nació y
murió Jesús. Ha habido guerras, tragedias e inventos increíbles. Pero todavía
no nos podemos poner de acuerdo en cómo ponernos de acuerdo.
Una institución
como la democracia, después de tanto tiempo, debería ser casi perfecta, pero no
es así. El humano, se ha encargado de prostituirla, de dañarla de corromperla y
distorsionarla, como era de esperarse, para su beneficio individual, o para el
de unos pocos amangualados. Totalmente lo contrario al objetivo de la misma.
Para ser
honestos con nosotros mismos, debemos aceptar que ponerse de acuerdo es como
complicado en realidad. Creo que esto se debe a nuestra diversidad de almas,
razas, personalidades, religiones, estatus, educación y planos evolutivos,
entre otros. Trate usted de ponerse de acuerdo en la casa. Ahí, ni siquiera un
puñado de personas puede acordar unánimemente a casi nada. Al final es lo que diga la mamá y ya. Pero en
serio, es mediante el voto que se solucionan de manera justa las diferencias,
aceptando la voluntad de la mayoría, sacrificando cada uno algo en pro de la
armonía, la paz, la estabilidad, y el beneficio colectivo.
En este sentido,
aunque existen variaciones de modelos de democracia, así como de sistemas
políticos, esta pequeña nota solo se concentra en el elemento más fundamental y
común a todos: el voto como obligación. Porque es mediante el voto que no solo
se determina numéricamente el perdedor y el ganador, sino también a través de
su ejercicio, se fomenta la participación, el debate y el interés en el proceso.
El voto debería
ser obligatorio, con sanciones drásticas para el que no vote. Asímismo, en cada
mesa de votación, debe haber una especie de VAR, pero con ve pequeña, pero que
además sí funcione de verdad, es decir sea público y se pueda ver en vivo por
todos los que tengan señal publica de TV o internet, y que además se pueda
acceder luego a la grabación. Que cualquiera tenga acceso a cualquier mesa. Se
eliminarían así muchas trampas asegurando más transparencia.
Con el voto
obligatorio se reduce la politiquería, se fomenta la participación ciudadana,
se trabaja en pro de la disminución de la desigualdad, y en pro del bien común.
Ningún voto hoy en día vale más que otro. Es absurdo que para un país de más de
50 millones de habitantes, de los cuales solo treita y pico de millones pueden votar, solo la mayoría de 10 millones elijan al presidente;
es decir un poco más de cinco millones. En cambio, podría ser la mayoría de esos treinta y pico millones, que serían como 17 millones al menos. Casi el triple. Hay que triplicarse.
Ver al vecino
país en esta crisis reciente, ver a los EEUU recontar los votos, ver a los
demás países enredados donde el perdedor ni el ganador respetan las reglas ni
el proceso; oír las chuzadas de las cochinadas que ocurren, oír
los cuentos, los rumores; todo eso hace nos pensar que debemos tomar por los
cuernos a esta bestia, y más bien darle un George-Orwellazo
al gobierno. Debemos observar cada cosa que hacen en permanente escrutinio, y
con lupa; instalando ese VAR y hacer que el voto sea obligatorio. Un 1984 pero
al revés, donde el ciudadano vigile el proceso de cerca al gobierno. De seguro
así avaneceremos más rápido. De seguro. Más gente se tomaría el país en serio,
y en lugar de quejarse podría ser parte de la solución.
Cuando se estableció la república, solo podían votar aquellas personas con sueldo superior a 150 pesos al año, o un patrimonio superior a 1,500 pesos. Debían ser hombres mayores de 21 y saber leer y escribir. Eso fue en mil ochocientos y pico. Gradualmente la gente se fue educando, las constituciones avanzaron al lado del progreso de la sociedad , y el voto pasó de ser un privilegio a ser un derecho. Las mujeres ya votaban, las restricciones de ingreso y edad se abolieron poco a poco así como las de alfabetismo. Hoy todos saben leer y escribir, y todos tienen celular o acceso a internet. El voto debe pasar de ser un derecho reprimido a una obligación indispensable.
Pero diablo es
puerco y el político mañoso. Hoy hay nuevas trabas, nuevas restricciones
informales y formales, porque el papel aguanta todo. Hay pocos puestos de
votación, hay mucha fila en algunos, y hay que registrarse en la oficina donde
uno ya se registró cuando nació, cuando sacó la TI, y luego con foto y huella, cuando
sacó la CC. Por qué registrarse donde ya me conocen? Antes se evitaba el doble
voto con tinta en el dedo. Hoy hay computadores, por qué no los usan? No hay lectura de la retina? Así se
sabría quién voto al instante. A la gente no le dan permiso para salir a votar,
a otros los amedrentan, y a otros los compran. En fin, incentivos perversos. Estos
problemas la mayoría son hoy solucionables si el voto fuera obligatorio. Creo
que debería haber un par de días cívicos
dedicados a la votación, se debería poder votar por correo anticipadamente y en las urnas durante una semana,
todo garantizado por aquellos que no pueden votar: por las FFMM y la Policía, dándole
así el chance para que todos los civiles voten y ejerzan su obligación como ciudadanos.
Actualmente
muchos países cuentan con esta regla del voto obligatorio entre ellos Bélgica,
Uruguay, y Australia. La seriedad del castigo hace que se garantice la no
abstención. Si es obligatorio pagar impuestos y mandar los chinos al colegio,
debe ser obligatorio votar. Siempre. Ya eso de ponerse de acuerdo a punta de
machete y fusil no aguanta. No vamos a seguir en este ciclo de violencia. Nos ponemos de acuerdo y coexistimos a través de la
razón, del diálogo y del debate, es decir a través del voto, en principio.
La ñapa: La idea de donación de Uribe de un jurgo de hectáreas en el marco de la reforma agraria: simplemente genial!
Done y apoye a EL DESPACIO
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